Como «una escuela del hombre interior»
El sacerdote y teólogo Pablo Cervera es uno de los grandes especialistas españoles en la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús. Le ha consagrado más de una obra, como Operación a corazón abierto, dirige la colección Cor Christi en la B.A.C., impulsa la difusión de la obra del padre Luis María Mendizábal (gran apóstol de esta devoción), coordinó la Enciclopedia temática del Corazón de Cristo y está preparando la publicación de las Obras Completas de Santa Margarita María de Alacoque (1647-1690) con vistas al centenario de su canonización, el 13 de mayo de 1920, por Benedicto XV.
A raíz del llamamiento de Francisco Cerro, arzobispo de Toledo, impulsando el rezo de las letanías del Corazón de Jesús de forma especial hasta Pentecostés (domingo 31 de mayo), el padre Cervera ha grabado unos breves comentarios, no más de cinco minutos, de cada una de las invocaciones de las Letanías. De cada una de ellas ofrece tanto reflexiones espirituales como explicaciones teológicas sobre su alcance doctrinal.
Religión en Libertad irá ofreciendo diariamente, desde hoy y hasta Pentecostés inclusive, los 33 comentarios a esas 33 invocaciones, una por año de vida terrenal de Jesucristo. Los lectores de ReL podrán seguirlas a través de la sección de Opinión, de la que Cervera es colaborador habitual. Este miércoles hemos publicado la primera: Corazón de Jesús, del Hijo del Eterno Padre.
Pero antes, como preparación a dichas meditaciones, Cervera ofrece también una Introducción en tres partes, audios que reproducimos en este artículo.
En el primero, explica por qué el rezo de las letanías es «una escuela del hombre interior«, en expresión de San Juan Pablo II. Son «alabanzas dirigidas a Alguien vivo». Las que se rezan actualmente fueron fijadas por el Papa León XIII como «punto de llegada» de las apariciones a Santa María Margarita de Alacoque. Los comentarios pretenden «adentrar al oyente en el Misterio del Corazón del Hijo de Dios».
En el segundo audio de introducción, Cervera explica que las letanías son «un diálogo del corazón del hombre con el corazón de Dios» y una «escuela de oración» que se centra en lo nuclear: «El trato con la persona de Jesucristo». Las letanías «recogen expresiones de la Revelación divina», por lo que no son algo meramente subjetivista o emotivista. Gracias a ellas conocemos el misterio de la Redención «en toda su divinidad y en toda su humana profundidad» y «nos hacemos sensibles a la necesidad de reparación«.
Por último, en la tercer audio de introducción, explica que todas las invocaciones están enmarcadas por dos palabras, «Corazón de Jesús» y «Ten misericordia de nosotros». Reiterar sus respectivos sentidos va conformando a lo largo del rezo no una oración monótona, sino «una petición que gravita entre la impotencia humana y la omnipotencia divina» y encierra «una honda carga de confianza«: el Corazón personifica a Jesús como símbolo del Amor.