«Donatella, una cocinera de 45 años nacida en Milán, tuvo una vida difícil desde muy pequeña. Sus dos progenitores se drogaban, eran irresponsables y fueron incapaces de criarla. Lo que ha sufrido durante su infancia es indescriptible. Rescatada por su abuela que la tomó a cargo llevándosela consigo a los Abruces, pudo llevar una vida normal. Luego se casó; pero estaba siempre triste. Algo esencial le faltaba. Además, no podía quedar embarazada y estaba sin trabajo. Fue así que comenzó a frecuentar adivinos y brujos, esperando encontrar de esta manera un sentido a su existencia. Veía que su tristeza iba en aumento, hasta que finalmente decidió terminar con su vida.
Pero el Señor le envió a un ángel en la persona de una vecina que notó en ella algo extraño y que, comprendiendo su desesperación, le aconsejó que fuera a ver a un sacerdote, un cierto Padre Michele, con quien ella se abrió y que oyó su confesión. Era un sacerdote de la Renovación Carismática y supo comprenderla y orar por ella. Esto fue el principio de un hermoso camino con el Señor. Donatella tuvo que someterse a exorcismos durante varios meses para ser completamente liberada. Descubrió también que habían hecho un maleficio sobre su matrimonio, y este maleficio fue cortado.
En 2010, después de haber escuchado un CD acerca de Medjugorje, decidió ir allí y esto fue para ella como un rayo de luz. Descubrió en María aquella ternura maternal que nunca había recibido, y a una verdadera mamá desbordante de amor que la tomaba bajo su manto y que no la dejaría nunca más sola.
A partir de aquel momento experimentó la necesidad de orar mucho, especialmente el Rosario, acompañado por supuesto de la misa diaria y de los sacramentos. La oración del Rosario inundaba durante todo el día su corazón, como si la Virgen quisiera restaurar en ella la integridad de su identidad herida a causa de la ausencia maternal durante su niñez. Donatella decidió rezar los cuatro misterios del Rosario en forma cotidiana. ¡Como todos los “rescatados de la misericordia”, no regateaba con el Cielo!
Uno de los primeros milagros fue que, aunque medicamente estéril, dio a luz a dos pequeños. Cada vez la embargaba una felicidad mayor.Pero un día, en forma imprevista surgió la tribulación. Su marido había dejado su celular en casa; ella tuvo la idea de revisarlo y se dio cuenta de que él la engañaba. Encontró mensajes muy significativos. El impacto fue muy cruel porque jamás había sospechado de él. De inmediato invocó a su Madre del Cielo y, sin perder su temple, decidió perdonarlo en el acto, antes mismo de hablar con él. Sin tener en cuenta su corazón herido, concibió un plan de reconciliación bajo la inspiración de la Virgen. Llamó a su marido, permaneció en calma como si nada, y le dijo que aquella noche podrían ir a comer juntos a una pizzería. Cuando estaban sentados a la mesa, ella le reveló su descubrimiento y le dijo sin amargura que lo perdonaba y que iban a comenzar un nuevo camino juntos, sin aquella amante. También fue a encontrarse con la amante y le dijo: “¡Tienes una familia, hijos, concéntrate en tu familia y deja a mi marido tranquilo! Te perdono, pero no lo vuelvas a hacer.”
Y así fue como ese desliz se terminó en paz, con la ayuda de la Santísima Virgen que había conducido el asunto sin enfrentamientos, sin odio, sin crisis. ¡Una familia ha sido salvada del plan de destrucción que el Maligno había concebido para ella!
Donatella nos dijo que, si algún día no puede rezar sus cuatro rosarios, se levanta durante la noche para terminarlos. Sin embargo, el trabajo no le falta con un marido y dos hijos para atender, siendo cocinera en un restaurant y ocupándose de las tareas domésticas. Su amor por María es extraordinario; ella no le niega nada a su Madre. ¡Pero, cuántos son los frutos que cosecha!
Concluye diciendo: “No duden jamás del amor misericordioso de Dios. Es nuestro Padre y nos ama con un inmenso amor. Está siempre dispuesto a ser compasivo y a tomarnos en sus brazos. ¡La verdadera libertad está en Él!”»
Sor Emmanuel