25 de octubre de 2021
«¡Queridos hijos! Regresen a la oración porque quien reza no tiene miedo del futuro; quien ora está abierto a la vida y respeta la vida de los demás; Quien ora, hijitos, siente la libertad de los hijos de Dios y con alegría de corazón sirve para al bien del hombre, su hermano. Porque Dios es amor y libertad. Por lo tanto, hijitos, cuando quieren ponerles cadenas y servirse de ustedes, eso no viene de Dios porque Dios es amor y da su paz a cada criatura. Por eso me envió: para ayudarlos a crecer en el camino de la santidad. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado».